La limpieza y desinfección de equipos e instalaciones son procesos cruciales en las industrias alimentarias para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos. Estas operaciones tienen como objetivo eliminar los residuos de alimentos, microorganismos y contaminantes presentes en las superficies de contacto con los alimentos, evitando así la contaminación cruzada y el desarrollo de patógenos.

INTRODUCCION AL PROCESO DE LIMPIEZA Y DESIFECCION

Existen diferentes tipos de limpieza que se aplican en las industrias alimentarias, dependiendo de los requisitos específicos y las características de los equipos e instalaciones:

• Limpieza física: Se refiere a la eliminación de residuos sólidos o secos utilizando métodos mecánicos como el barrido, raspado o aspirado.

• Limpieza química: Utiliza productos químicos específicos, como detergentes, ácidos o álcalis, para eliminar o destruir las impurezas no visibles y los olores correspondientes

• Limpieza microbiológica: Aquí se destruyen todos los macroorganismos patógenos.

Lo ideal es proceder con todas ellas para conseguir el grado mas alto que se pueda alcanzar en la higiene y cuidado de las maquina, suelos , etc...

Como proceso complementario a la limpieza, tenemos la desinfección o eliminación de los microorganismos presentes en suelos, maquinas, etc., que pueden afectar desfavorablemente a la calidad de los productos o a la salud de personas y animales.

Su eliminación se puede conseguir de varias formas:

• Tratamiento químico. El tratamiento químico consiste en agregar a dichas soluciones de lavado, productos desinfectantes caracterizándose por su alto poder bactericida a altas y bajas temperaturas.

• Tratamiento térmico. La destrucción por calor se consigue a base de pasar soluciones de limpieza a temperaturas altas (90 - 95 °C) durante 10 – 20 minutos.

Como ventaja de esta ultima, es que no genera residuos, sin riesgo de corrosión, realiza una desinfección de todos los rincones y puede combinarse con el ciclo de limpieza, aunque como contrapartida es más cara.

Una secuencia de soluciones de limpieza típica para depósitos y tuberías, comprende las siguientes etapas y temperaturas:

SISTEMA DE TRATAMIENTO TERMICO CON INTEGRACION DE LA ENERGIA SOLAR TERMICA

El proceso considerado para la generación del agua caliente consiste en un sistema sin recuperación de calor, debido a que el agua de limpieza está contaminada y enfriada por el proceso de lavado/limpieza. El agua de la red (20ºC) se calienta hasta un máximo de 90ºC para su posterior uso, de acuerdo con la tabla anterior.

Como ejemplo sencillo de una posible configuración de un sistema principal destinado a la limpieza y desinfección de una industria alimentaria de tamaño medio, tenemos la siguiente distribución:

• Un depósito central de 400 litros dividido en dos mitades, una que contiene una solución detergente y la otra que contiene agua para el enjuague.

• Una bomba de impulsión de las soluciones de limpieza.

• Una caldera y un intercambiador de plazas para el calentamiento de dichas soluciones.

• Un filtro para retención de las impurezas lavadas.

• Tuberías de unión entre los componentes de la unidad.

• Bastidor de sujeción.

En este tipo de esquemas, el sistema solar puede ser integrado con facilidad vía intercambiador de calor adicional. El agua es precalentada por el sistema solar antes de que entre en el depósito central.

Se incorpora un by - pass en el lado de descarga del acumulador solar para evitar la existencia de altas temperaturas en el circuito de agua fresca del acumulador (temperaturas mayores de 90ºC).

Cuando el acumulador solar se carga energéticamente, se controla la altura de entrada del flujo mediante una o más válvulas de tres vías, de modo que la estratificación se mantenga lo mejor posible.

El ahorro de energía es considerable, dado la parte de lavado y desinfección es parte del proceso de producción y la demanda es muy constante en una empresa con tres turnos y donde se trabaja siete días a la semana y durante prácticamente todo el año, no obstante, es importante no elegir fracciones solares demasiado elevadas para evitar el estancamiento, es decir procesos de sobrecalentamiento con generación de vapor cuando no hay extracción de agua caliente del sistema durante un período prolongado, tales como periodos vacacionales.

También debe considerarse que, en el caso de perfil de carga continuo, no parece recomendable instalar más de 50 litros de volumen de almacenamiento por m2 de superficie de colector, ya que los beneficios adicionales son escasos.

En cuanto a la tecnología disponible en el mercado de colectores solares térmicos de baja temperatura (inferior a 100°C) se puede seleccionar equipos certificados de muy alto rendimiento, ideales para integrarlos en procesos de entre 50 y hasta 110 °C, con una calidad muy por encima de los colectores planos tradicionales, tubos de vacío e incluso equipos de concentración solar.